Existen varias especies de arañas que viven en el agua, como la araña acuática de patas peludas (Dolomedes fimbriatus) y la araña submarina (Argyroneta aquatica). Estas arañas viven en el agua en diferentes zonas, como en los ríos, lagos, lagunas y marismas.
Las arañas de agua son muy resistentes a ella, por lo que pueden respirar debajo del agua durante mucho más tiempo. Tienen glándulas que les permiten segregar un líquido para mantenerlas a flote, poseen glándulas en las patas que les permiten segregar agua para mantenerlas secas, además tienen patas muy amplias y planas, perfectas para ser lo suficientemente aerodinámicas y flotadoras. De esta manera, estas arañas pueden moverse rápidamente y consiguen grandes oportunidades de capturar presas y de alimentarse con ellas, lo que también les permite crecer en grandes proporciones. Además, las arañas de agua tienen un gran instinto cazador, lo que también les permite capturar a sus presas aún más efectivamente. Por otro lado, estas arañas tienen más posibilidad de encontrar pareja en el agua que en un lugar seco.
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